Condiciones ambientales
Todos los biólogos coinciden en
considerar la importancia de la interrelación entre la planta, el suelo y la
atmósfera.
Las plantas, independientemente
de la familia, género o especie a la que pertenecen, necesitan para crecer sanas,
no solo un suelo o sustrato adecuado, sino también las condiciones climáticas y
ambientales que recreen las condiciones de la zona de donde provienen.
La Luz
Las suculentas requieren mucha
luz durante todo el año. Sin embargo se adaptan bien a condiciones de semi
sombra, aunque a menudo se vuelven tiernas y estiradas por ello.
Hay que tener cuidado de no
cambiar una planta que ha crecido en semi sombra, y ponerla al sol directo
porque se pueden producir quemaduras.
En general, no es bueno exponerlos
durante muchas horas al sol directo durante el verano, porque esto las estresa.
El estrés, suele cambiar el color
de las plantas, y en algunos casos, se busca intencionalmente este efecto, pero
hay que saber con qué especies hacerlo, y en qué momento.
Si se crían como plantas de
interior, hay que ubicar las suculentas cerca de una ventana orientada al este
o al noreste que aporte buena luz y buena ventilación.
Son plantas que soportan la
temperatura de nuestros interiores, pero prefieren pasar el invierno en una
habitación fresca y ventilada, y siempre con buena luz.
Como en todos los casos, es bueno
averiguar el lugar de donde proviene cada variedad, para tratar de recrear su
hábitat natural.
Si tenemos esta información,
podremos proveerles las condiciones para que puedan crecer y desarrollarse
plenamente como lo harían en el sitio en donde crecen originariamente.
La mayoría de las suculentas son
nativas de zonas en donde el sol brilla en todo su esplendor, las lluvias son
escasas o nulas y las temperaturas altas durante el día y bajas durante la
noche.
Como vimos en el posteo anterior,
debido a estas condiciones climáticas extremas, estas plantas sufrieron
modificaciones en su morfología y fisiología, tanto para acumular mayor
cantidad de agua en sus tejidos, como para evitar la deshidratación. De esta
manera han logrado sobrevivir.
Si vamos a criar nuestras
suculentas en el exterior, tendremos en cuenta las mismas consideraciones para
saber en qué sector de nuestro patio, jardín o balcón, ubicar cada planta, y con qué frecuencia realizar los riegos.
Dentro de las suculentas se
encuentran especies que necesitan mucho sol y poca agua, como la mayoría de los
cactus con espinas, pero hay algunas variedades como los cactus epífitos que,
por ser oriundos de zonas selváticas, requieren un hábitat sombrío y un poco más
húmedo.
En cambio muchas suculentas no Cactáceas, como las Echeverias, Graptoverias,
Sedums y Crásulas, por mencionar algunas, ya se han adaptado al clima húmedo
de Buenos Aires y no solo pueden cultivarse al aire libre, sino que toleran sin
problemas las lluvias, incluso durante varios días.
Sin embargo, dentro de estos mismos
géneros, también encontramos especies muy delicadas que requieren poco riego y
protección del sol directo.
Por último, especies como los
cactus Lithops (conocidas como
piedras vivas) no necesitan prácticamente nada de riego.
La ubicación
Cuando compramos una planta
nueva, en general provienen de viveros, y por lo tanto, hay que tratar de no
exponerla directamente al aire libre, sino ir acostumbrándolas paulatinamente
para no estresarla.
No hay que ubicar las plantas
contra las paredes ya que es en esos lugares es donde más se observa la
aparición de plagas como la cochinilla y la arañuela roja.
Macetas y sustrato
No es difícil cultivar estas
plantas en macetas, pero hay que tomar ciertos recaudos a la hora de hacerlo, y
el primer tema a tener en cuenta es el tipo de maceta y sustrato que vamos a
usar.
El sustrato, por decirlo de otro
modo, es la tierra que vas a poner en la maceta para plantar o trasplantar los
cactus y las suculentas.
Como ya dijimos antes, es
necesario que en la medida de lo posible, reproduzcamos las condiciones de vida
naturales para las que se han adaptado, y la forma en que obtienen los
nutrientes necesarios para su supervivencia.
Por ese motivo no podemos usar
tierra negra común para plantarlas, como hacemos con cualquier otra planta,
especialmente porque son especialmente sensibles a la humedad excesiva.
No nos olvidemos que provienen de
zonas desérticas, donde las condiciones climáticas y del suelo son muy
particulares.
Los cactus y las suculentas
pueden vivir durante varios meses sin recibir riego, y en cambio podrían
sucumbir en pocos días con el exceso de humedad en sus raíces.
Por eso necesitamos usar un
sustrato especial, que además de aportar los nutrientes esenciales para que las
plantas se puedan desarrollar, tenga una estructura que permita un perfecto
drenaje del agua excedente, reteniendo la humedad justa que la planta necesita.
Si plantamos nuestros cactus en
tierra negra común, que retiene la humedad en forma excesiva, se van a terminar
pudriendo las raíces, y en poco tiempo la planta se va a morir.
El sustrato que utilicemos tiene
que estar bien balanceado. Por un lado tiene que estar bien aireado y ser lo
suficientemente poroso como para permitir un perfecto drenaje, y por otro lado,
tiene que tener cierta consistencia para brindar un buen anclaje a las raíces
permitiendo su desarrollo a medida que la planta va creciendo.
Dicho esto, comencemos por el
principio:
Las macetas
Cuando se compra un cactus o una
suculenta, o cuando se lo cultiva y ya comienza a desarrollarse, lo primero que
hay que hacer es cambiarlo de maceta agregando nuevo sustrato.
No importa el tipo de maceta que
se va a utilizar. Las macetas pueden ser de terracota, de cemento moldeado, de
cerámica o de plástico indistintamente.
Siempre hay que elegir una maceta
un poco más grande que la que tiene en el momento que se lo va a trasplantar,
ya que suponemos que la planta va a seguir creciendo, y las raíces necesitan
más espacio para su desarrollo.
Es recomendable repetir esta
operación de cambio de maceta con sustrato nuevo, cada dos o tres años, siempre
aumentando un punto el tamaño de la maceta.
Lo más importante de la maceta es
que tenga buenos orificios de drenaje. Hay que considerar que muchas macetas se
venden sin los orificios y hay que hacerlos antes de utilizarlas.
Una vez que elegimos la maceta
adecuada y le hicimos los orificios de drenaje, vamos a llenar el fondo de la
misma con piedras partidas o leca, hasta completar un tercio aproximadamente de
la altura total de la maceta.
Si la maceta es muy profunda, se
pueden poner piedras partidas, y una capa de leca arriba de estas, y recién
entonces agregar el sustrato.
Las piedras partidas se pueden
conseguir en los corralones de materiales para la construcción, y la leca se
puede comprar en cualquier vivero en bolsas de distintos tamaños (a veces
también se vende en los corralones)
Si van a dedicarse a cultivar
estas plantas, yo les recomiendo tener siempre una bolsa grande de leca, ya que
no se deteriora con el tiempo, y la van a utilizar muy a menudo.
La leca, es arcilla expandida, y
resulta un material inerte, liviano y
muy estable (por eso también se usa mucho en la construcción)
Son como pequeñas piedritas,
livianas y porosas, que van a aportar un perfecto drenaje del exceso de riego y
además no van a permitir que se obstruyan los orificios de la maceta.
Una vez que hicimos esto, vamos
agregar una capa de sustrato hasta completar la altura de las raíces de la
planta que vamos a trasplantar, como para que la base del cactus quede a unos
pocos milímetros por debajo del borde de la maceta nueva.
El sustrato
Existen tantas fórmulas de sustratos
para Suculentas como aficionados a su cultivo existen. Cada uno tiene su propia
receta.
De tantas sugerencias que he
visto, y de haber probado muchas de ellas, he elegido mi propia mezcla, fundamentando
el uso de cada uno de sus componentes.
El sustrato que vamos a utilizar
está compuesto por una mezcla de turba, arcilla (o tierra negra), arena gruesa de
río o arena de cuarzo (no usar arena de construcción, ni arena de playa), perlita
y piedritas de leca o cantos rodados pequeños, de no más de 5mm de diámetro.
Todos estos componentes se pueden
conseguir en bolsas en cualquier vivero, o en la sección de jardinería de
cualquier tienda o centro comercial del hogar.
La turba retiene la humedad y los
nutrientes esenciales para que la planta pueda crecer, y le proporciona al
suelo la acidez necesaria.
La arcilla también tiene la
capacidad de ofrecer una gran retención de nutrientes y la arena gruesa, por su
parte, mejora el drenaje del riego, y combinada con la arcilla aportan el
anclaje necesario para que las raíces puedan sostener la planta.
Finalmente, la perlita, que son
como unas bolitas blancas que parecen de telgopor, le otorga porosidad a la
mezcla para que se mantenga aireada.
La otra opción, es comprar un
sustrato especial para cactus ya preparado, que viene en bolsas de 5 o 10 lts,
y que creo que es lo más recomendable si no tienen mucha experiencia.
Yo he utilizado uno de la marca
TerrafertilR que es excelente y está muy bien balanceado.
Solamente suelo agregarle un poco más de turba, para alivianar un poco la
mezcla.
Quizás el mejor consejo sea
comenzar a cultivar las especies más sencillas y conocidas con las cuales poder
utilizar un sustrato ya preparado como el mencionado, y luego ir haciendo
modificaciones en su composición a medida que vamos conociendo nuevas especies
y sus requerimientos.
Trasplante
Cuando compramos una suculenta,
en general no conocemos su origen, y no sabemos bien si en el vivero donde la
cultivaron, han sido cuidadosos con ella. Por eso lo más recomendable es
trasplantarla a una nueva maceta con sustrato nuevo.
Para ello vamos a elegir la
maceta adecuada preparándola como ya mencionamos antes, y vamos a extraer la
planta de su maceta de origen tratando de no lastimar las raíces al eliminar el
sustrato adherido a las mismas.
Después vamos a colocar la planta
sobre una capa de sustrato en la nueva maceta, y luego completar los espacios presionando
suavemente como para que quede firme.
Luego del trasplante no regar
durante los primeros 10 días, para permitir que las raíces se desarrollen en
busca de la humedad, y para que se puedan cicatrizar las pequeñas heridas que
hayan sufrido durante las maniobras del trasplante.
A lo sumo, si fuera necesario,
pulverizar la planta con agua pura al anochecer, cada dos o tres días.
Una vez pasados estos primeros
días, mojar abundantemente el sustrato, hasta que drene por los orificios de la
maceta. Esto va a hacer que el sustrato comience a aportar sus nutrientes y que
las raíces comiencen a recogerlos.
Después del riego inicial, solo
volver a regar, cuando el sustrato esté completamente seco.
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Este trabajo está dividido en
seis artículos que tratan diferentes aspectos:
CACTUS Y SUCULENTAS
# 01 – Introducción (este artículo)
CACTUS Y
SUCULENTAS # 02 – Especies, familias y géneros
CACTUS Y
SUCULENTAS # 03 – Condiciones ambientales
CACTUS Y
SUCULENTAS # 04 – Mantenimiento y cuidados
CACTUS Y
SUCULENTAS # 05 – Fertilización y control de plagas y enfermedades
CACTUS Y
SUCULENTAS # 06 – Reproducción
Haciendo un click sobre el nombre
de cada artículo, podrás acceder al mismo. No obstante recomiendo leerlos en
orden, desde el primero hasta el último, para conocer todos los detalles.
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comentarios o consultas.
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