21 septiembre 2008

Vuela... vuela...


.Consejos para no perder tiempo en el avión



No hay cosa más improductiva que viajar muchas horas en avión.

Los que por razones laborales volamos frecuentemente sabemos que el tiempo que se pierde entre traslado al aeropuerto, checkin, prembarque, vuelo, retiro de equipaje y llegada a destino, es tiempo muerto que no se recupera.

Siempre imaginé que además de dormir, escuchar música, ver una película o leer un buen libro, deberíamos poder utilizar el teléfono celular, o conectar en línea nuestra notebook. No se puede estar desconectado del mundo tantas horas!!

Nunca pude entender porqué las normas de seguridad aérea, han establecido que los equipos electrónicos en vuelo, deben permanecer apagados, con la excusa de que pueden afectar el instrumental del avión.

Me pregunto: Tan vulnerables son los sistemas de comunicaciones y seguridad de un avión, que se pueden ver afectados por un inofensivo transmisor de WiFi, bluetooth, GSM o un reproductor de MP3 ???

Si esto fuera realmente así, resultaría temerario viajar en un avión, cuyo instrumental fuera afectado por cualquier interferencia radioeléctrica.

De lo contrario estamos frente a trasnochados “segurólogos” que prohíben las cosas “por las dudas”.

La mala noticia para todos ellos, es que las ondas electromagnéticas, que temiblemente podrían afectar el instrumental del avión, están presentes en el avión, tanto en tierra, como ya en el aire, y con mucha más densidad de potencia, que la que puede generar el transmisor de WiFi de la notebook, el bluetooth del celular, o la propia emisión GSM.

Las radiobases de la telefonía celular, las plantas transmisoras de la radio y la televisión, los sistemas de comunicaciones de los radio-taxis, servicios de emergencias, cajeros automáticos, comunicaciones de la propia torre de control del aeropuerto, y una interminable lista de equipos y sistemas que utilizan las ondas electromagnéticas como transporte, están presentes alrededor del avión al momento del despegue o aterrizaje, y como decíamos antes, también en vuelo.

La vida posmoderna y evolución de la tecnología, conllevan siempre lo que yo llamo los riesgos aceptables. Son aquellos riesgos que se generan por el propio uso de las tecnologías, y que a veces, ocasionan algún trastorno menor, a la población, o al uso de alguna otra tecnología que compite con estos.

Yo soy un defensor de la teoría de que todo lo que puede ser evitado, y que no es imprescindible, debe ser evitado, porque de este modo, disminuyen los riesgos. El tema radica en que esta teoría debe tener un límite, y encontrar el punto donde se ubica, no es tarea sencilla.

Los segurólogos en general, así como los ultra fanáticos defensores del medio ambiente, en general responden al prototipo de los “apocalípticos”, que tan bien describe Umberto Eco, y son los responsables de la enorme cantidad de prohibiciones absurdas que abundan en nuestra sociedad posmoderna.

Por eso desde este foro les ruego a los señores segurólogos que pretendidamente nos “cuidan” de todos los “males” de la diabólica tecnología moderna, que por favor depongan sus teorías apocalípticas, y nos permitan a los humildes viajantes estar conectados, así en la tierra como en el cielo. Amén.
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